Las glándulas salivales producen la saliva y la secretan en la boca por medio de unos conductos. Cuando se dañan o no producen suficiente saliva perjudican el día a día de las personas, impidiendo que mastiquen correctamente, afectando al sentido del gusto y provocando infecciones en la boca.
¿Qué son y dónde se encuentran las glándulas salivales?
Las glándulas salivales son unas glándulas exocrinas que se encargan de la secreción de la saliva en la boca. La saliva es un líquido ligeramente viscoso que el cuerpo fabrica constantemente y que forma parte de la primera fase de la digestión. Las glándulas salivales se encuentran en el interior de cada mejilla y debajo de la boca, en la parte frontal.
Glándulas salivales mayores
Son las de mayor tamaño, externas a la cavidad bucal y drenan gracias a conductos excretores. Son tres glándulas pares: parótida, submaxilar y sublingual. La parótida es la de mayor tamaño y produce el 30% del volumen de la saliva. Se encuentra en la parte retromandibular, por delante de la oreja y muy relacionada con el nervio facial. La submandibular está en la zona submaxilar, en la parte superior y central del cuello. Se palpa a nivel cervical. La sublingual está en los dos tercios anteriores del suelo de la boca y se palpa debajo de la lengua.
Glándulas salivales menores
Están formadas por pequeñas acumulaciones de tejido glandular y se encuentran por debajo de la mucosidad de la cavidad oral y orofaríngea en el paladar, el labio, la mucosa yugal y la lengua. Sólo producen en torno al 10% de la saliva, pero son importantes para mantener la boca húmeda.
¿Para qué sirven las glándulas salivales?
La principal función de las glándulas salivales es la producción de saliva, que varía entre un litro y un litro y medio al día. Sirve para:
Mantener la higiene bucodental, amortiguando el PH.
Preparar y ablandar los alimentos antes de masticarlos y tragarlos.
Forma parte de la fase inicial del proceso digestivo de los hidratos de carbono.
Regula la hidratación del organismo.
Tiene función antibacteriana.
Hace que tengamos sentido del gusto.
Función excretora de metales pesados, antibióticos, sustancias orgánicas e inorgánicas y algunos virus.
Glándulas salivales inflamadas: síntomas y tratamientos
Las glándulas salivales pueden inflamarse por diferentes motivos, provocando molestias y disminuyendo el flujo salival. Los principales síntomas de la inflamación son mal sabor de boca, dificultad para abrir correctamente la boca, dolor en la cara, sequedad bucal o inflamación en la cara o el cuello.
Las principales causas de la inflamación de las glándulas salivales son:
Por una obstrucción. El flujo de la saliva puede verse obstruido por la aparición de pequeños cálculos que aparecen en los conductos salivales.
Tumores. No suelen causar dolor y crecen de forma rápida. Cuando son malignos pueden afectar al movimiento de una parte de la cara.
Algunas enfermedades autoinmunes o el VIH pueden provocar una inflamación de las glándulas salivales y provocar dolor.
Infecciones. Es la causa más común. La mayoría de las infecciones de las glándulas salivales se producen en personas que han perdido el flujo de la saliva o lo tienen muy reducido.
Inflamaciones agudas o crónicas de las glándulas salivales
Inflamaciones agudas
Pueden ser bacterianas o víricas. La más frecuente de las bacterianas es la parotiditis aguda. Se trata de la infección de una o ambas glándulas parótidas que ocurre sobre todo en personas de avanzada edad tras una intervención quirúrgica abdominal o cardiotorácica en la que ha disminuido la saliva. Su tratamiento consiste en la administración de antibióticos, hidratación, calor y masajes.
La inflamación aguda vírica más conocida son las paperas (parotiditis aguda epidérmica). Se caracteriza por la repentina hinchazón parotidea uni o bilateral con dolor y sin supuración. Suele ir acompañada de fiebre y malestar. El tratamiento es sintomático e incluye reposo, analgésicos y calor local, así como una buena hidratación.
Inflamaciones crónicas
Pueden ser de diferentes tipos. Una de lasmás comunes es la parotiditis crónica recidivante que se caracteriza por una repetición de episodios repetidos de inflamación unilateral de la glándula parótida. Se suele tratar con antibióticos de amplio espectro y aprotinina y se busca garantizar el flujo salival, estimulando la salivación. También está la tuberculosis, que suele ser secundaria y afecta principalmente a la parótida. Su tratamiento es médico y en contadas ocasiones se consigue la desaparición total de los nódulos, lo que llevaría a la realización de una parotidectomia superficial con conservación del nervio facial. Otra inflamación crónica es la litiasis salival o sialolitasis, que consiste en la aparición cálculos en los conductos de excreción de una glándula salival y provocan obstrucción y un proceso inflamatorio secundario.
En primer lugar el tratamiento se basa en analgésicos, relajantes y medidas locales. Si se puede debe realizarse la extirpación del cálculo, lo que conlleva una rápida desaparición del dolor. Por último, otra inflamación crónica es la sialosis, que se distingue por un infiltrado linfocitario. Su tratamiento varía en función del tipo de sialosis que presente el paciente.
Cómo limpiar las glándulas salivales
Las glándulas salivales se limpian a través de estimulantes salivales (sialogogos) o medicamentos para tratar los problemas de boca seca.
Los principales son los caramelos sin azúcar o los chicles con xilitol. Asimismo algunos medicamentos sialogogos son la pilocarpina, la anetoltritiona y la cevimilina.
Cómo estimular las glándulas salivales
Existen diferentes maneras para estimular las glándulas salivales, haciendo que la boca se mantenga siempre húmeda. En este sentido el Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial señala algunos como:
Mantenerse constantemente hidratado, bebiendo unos dos litros de agua al día.
Tener una buena higiene bucal, cepillándose los dientes después de cada comida.
Intentar no tomar alimentos que se peguen al paladar.
Dedicarle tiempo a la masticación de los alimentos y comer a trozos pequeños.
Masticar chicles sin azúcar para estimular la saliva.
No tomar bebidas alcohólicas o ácidas y no fumar. No se recomiendan los enjuagues bucales comerciales.
Ante falta de saliva, utilizar sustitutivos para humedecer la boca.
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